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A su espalda quedan las huellas
de la vida: amor, sueños, olvido.
Nunca vuelve la mirada.
(Sabe que el pasado ha muerto.)
Ordena sus pasos
hacia el tiempo dormido,
con emoción muda y lágrima seca.
Su mirada no tiembla
ni quiebra su voz el secreto de los días.
El viajero vive -y muere- en el camino.
[De Cuaderno de sombras, 2001]
Imagen: Chema Madoz
Cerré los ojos mudos
para ver lo invisible.
Sentí la soledad amarga
y la ausencia que duele;
olvidé las espinas que hieren
y los sueños sin tiempo.
Cerré los ojos mudos
para escuchar mi alma.
[De Cuaderno de sombras, 2001]
Imagen: Ansel Adams
Atesoras recuerdos del ayer.
(El tiempo devoró los años de tu vida.)
Te duelen las horas
que te aguardan, vértigo de sombras,
y temes los días que engulle la nada.
Sabes que el olvido es ausencia,
miedo que dura en la mirada
con tristeza infinita.
Ahora que existes sin excusa
ensaya tus plegarias:
el mar, o la vida, se vuelve tenebroso,
y el desierto acecha en cada esquina.
Pero no olvides el placer de lo vivido
ni desdeñes el suspiro del presente.
[De Cuaderno de sombras, 2001]
Imagen: Lucio Fontana
Há metafísica bastante em não pensar em nada.
ALBERTO CAEIRO
Detrás de lo que ven mis ojos
nada existe. Mi ser
sólo goza con aquello que palpa
y mi mano es más real
que todas las teorías.
(No vivas
hacia dentro:
la sangre
se acobarda.)
Y tras la nebulosa de los días
una certeza me consuela:
saber que sólo para mí existe
cuanto roza mi existencia.
(Publicado en la revista Cuadernos del Matemático, 2001)
Imagen: Almada Negreiros