miércoles, 31 de agosto de 2011

Canto II (Saint-John Perse, Anábasis)




















II


En los países frecuentados existen los más grandes silencios, en los países frecuentados por saltamontes a mediodía.


Marcho, marcháis por un país de altas pendientes de melisa, donde ponen a secar la colada de los Grandes.


Franqueamos el vestido de la Reina, todo de encaje con dos bandas de color moreno (¡ah, cómo mancha el ácido cuerpo de mujer un vestido en el lugar de la axila!).


Franqueamos el vestido de Su hija, todo de encaje con dos bandas de color vivo (¡ah, cómo atrapa hormigas la lengua del lagarto en el lugar de la axila!).


Y acaso el día no acabe sin que un mismo hombre se consuma por una mujer y por su hija.


Risa sabia de los muertos, ¡que nos pelen esa fruta...! ¡Cómo!, ¿ya no hay más gracia en el mundo bajo la rosa silvestre?


De este lado del mundo viene un gran mal violeta sobre las aguas. El viento se levanta. Viento marino. ¡Y la colada


vuela!, como un sacerdote despedazado...

Saint-John Perse, Anábasis
[Traducción de Luis Valdesueiro, publicada en El Alambique, núm. 3, mayo-octubre 2011.]

Imagen: Paul Klee