viernes, 11 de junio de 2010

Volúbilis


El sol mordía la piel. El silencio
y las extrañas ruinas evocaban
misterios.
                      El corazón buscó
en la ciudad soñada el agua de los días.
Mas la melancolía, ciega y triste,
amordazó las ruinas y el silencio.

[De Cuaderno de sombras, 2001]